El daño hepático causado por el consumo excesivo de alcohol es una causa frecuente de morbilidad y mortalidad en nuestro medio. A pesar de ello, no existe acuerdo en cuanto a cual es el mejor método de detección precoz de este daño hepático en aquellos pacientes que consumen alcohol en exceso.

En las fases iniciales, como sería la esteatosis hepática (infiltración grasa del hígado), el daño hepático producido por el alcohol es totalmente reversible con el abandono del consumo. Formas más avanzadas del daño, como la fibrosis (cicatrización excesiva), el hígado heterogéneo (sugestivo de cambios pre-cirróticos) y la hipertensión portal (aumento de presión de la circulación venosa del intestino al hígado), son ya irreversibles, pero el abandono del consumo de alcohol se asocia en la mayoría de casos a una menor progresión de la enfermedad.

La ecografía abdominal es un método diagnóstico barato y muy utilizado para la evaluación de alteraciones hepáticas y de la vía biliar. El uso de la ecografía abdominal está recomendado por las guías clínicas en el caso de esteatosis hepática no alcohólica, pero no así en pacientes con trastorno por uso de alcohol.

En nuestro estudio recientemente publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence se analizaron los hallazgos ecográficos sugestivos de daño hepático en pacientes con trastorno por uso de alcohol grave que requirieron tratamiento hospitalario entre los años 2003 y 2015.

A los pacientes se les realizó una ecografía abdominal al tercer día de ingreso permitiendo identificar la presencia de esteatosis, hepatomegalia (aumento de tamaño del hígado), hígado heterogéneo e hipertensión portal. Además, se recogieron datos clínicos y analíticos.

Se analizó si la presencia de infección por virus de la Hepatitis C (VHC), el daño hepático valorado según la analítica (DHA), o la fibrosis hepática avanzada (FHA) medida mediante el índice FIB-4 se asociaron con tener alteraciones ecográficas.

En el estudio se incluyeron 301 pacientes (80% de sexo masculino) con una edad mediana de 46 años y con una mediana de consumo de alcohol al ingreso de 180 gramos /día. Un  21.2% presentaban infección por VHC, un 16% de los pacientes presentaban DHA y un 24% FHA.

Los principales hallazgos ecográficos fueron los siguientes: un 57.2% presentaba esteatosis, un 49.5% hepatomegalia, un 17% hígado heterogéneo y un 16% hipertensión portal. Un 77% de pacientes presentaban al menos una anomalía ecográfica, y un 45% presentaba 2 o más anomalías.

La infección por el VHC se asoció con la presencia de hígado heterogéneo e hipertensión portal. Por otro lado, tanto DHA como FHA se asociaron con la presencia de esteatosis y hepatomegalia, mientras que FHA se asoció con la presencia de hígado heterogéneo.

De esta forma, en este estudio se demuestra que los hallazgos ecográfico sugestivos de daño hepático son frecuentes en los pacientes que ingresan para tratamiento hospitalario del trastorno por uso de alcohol. La detección precoz de este daño hepático puede facilitar la toma de decisiones clínicas, y puede ser un estímulo añadido para el abandono del consumo de alcohol.

Dr. Daniel Fuster